Basma Barham trabaja en la cooperativa artesana palestina Holy Land Cooperative Society,entidad representante del Medio Oriente en la Organización Mundial del Comercio Justo. Recientemente ha visitado España invitada por la Red Interdiocesana de Comercio Justo de Cáritas, con quien desarrollan el proyecto “Iniciativa por la Paz. De su trabajo y experiencia, nos habla en esta entrevista.
¿Qué hace vuestra asociación?, ¿cuándo y cómo empezó?
Somos una cooperativa artesana que trabaja en Palestina desde al año 81. La cooperativa comenzó debido al deterioro que hay, la inestabilidad como país ocupado. La gente que vive ahí tenía muchos problemas, toques de queda, problemas de movilidad, el turismo dejó de venir… Siendo un sitio turístico, el perder el turismo representa mucho para nosotros como artesanos. Así que mucha gente empezó a emigrar porque incluso lo básico, como poder mandar a un hijo al colegio, les resultaba muy complicado. Entonces se formó un grupo de artesanos y gente de comercio para poder pensar nuevas ideas y afrontar este terrible problema que tenemos, de parar la emigración y dar trabajo a la gente de nuestra zona.
¿Cuántas personas hay en la asociación?
Ahora somos 36 miembros, cada uno tiene su taller. Además nuestra cooperativa da trabajo a otros talleres que no son miembros de nuestra organización. Estamos, por ejemplo, trabajando con cooperativas que tratan con gente con necesidades especiales y también con talleres de cerámica. Esto, junto con la tienda de regalos que tenemos hace que lleguemos a unas 900 familias, en total a unas 2000 personas. Además, siempre tenemos nuevos proyectos con el fin de ofrecer una estabilidad.
¿Cómo está organizada la cooperativa?
Hay un grupo administrativo, que es al que yo pertenezco. Pero quienes están en el comité de decisión son los artesanos. El comité se cambia cada año a través de votaciones. El presidente es también uno de los artesanos.
Cada lunes tenemos reunión a la que vienen todos los artesanos donde hablamos de las novedades, vemos los pedidos que tenemos, ellos dan sus ideas, etc.
¿Qué tipo de artículos hacéis?
Principalmente hacemos objetos con madera de oliva. También trabajamos el nácar, y los bordados o los rosarios que son únicamente hechos por mujeres. Salvo estos últimos, el resto del trabajo es familiar en el que se implica tanto la mujer como el hombre.
Por otra parte trabajamos la cerámica. En este caso, los objetos de cerámica son los que compramos a otras organizaciones con las que siempre estamos en contacto para apoyarles.
¿Cómo comercializáis los productos?
Nosotros tenemos una tienda de regalos que está en una zona turística, ahí es donde hacemos la venta local.
Pero no podemos depender de la venta local por la situación que vivimos.
El año pasado en la temporada alta, cuando muchos grupos turísticos y peregrinos iban a venir, con el problema que hubo en Gaza hubo muchas cancelaciones. Y este año con el problema en Siria que parecía que iban a atacar aquí, también ha habido cancelaciones. Nosotros, además, no podemos decir a nadie que vengan aquí, que no va a haber ningún problema porque no sabemos nunca lo que va a pasar. Por eso no podemos depender de la venta local, y también vendemos afuera. Para nosotros es uno de los puntos más importantes tener clientes a largo plazo, poder dar estabilidad a nuestros artesanos.
Vuestra actividad, como cooperativa, es la producción pero también realizáis proyectos…
La cooperativa compra los artículos a los artesanos, valorando el coste que estos pueden tener para estar seguros de que ellos no van a perder dinero. Además una parte de los beneficios que se obtienen por la compra deben ir a organizaciones que están a nuestro alrededor. Por otro lado, los artesanos se benefician del beneficio anual que obtiene la cooperativa y también de proyectos e iniciativas.
Ahora estamos desarrollando un nuevo proyecto, con el que estamos muy ilusionados. Queremos mejorar el espacio en el que trabajan los artesanos y evitar el polvo de la madera o el nácar, y así evitar problemas de salud, como asma y similares. A cada máquina se les ha puesto una especie de aspiradora, con unos tubos que van a una caja grande. Estamos trabajando también en un proyecto similar en un taller de madera, y tratando de encontrar fondos para el desarrollarlo en el resto de los talleres.
Se trata de iniciativas muy importantes porque significan la dignidad de las personas que están trabajando.
¿Qué os aporta estar en la red de Comercio Justo?
Para nosotros ser miembros del Comercio Justo significa mucho. Nuestra cooperativa fue la primera de los países árabes en ser miembro de la Organización Mundial del Comercio Justo. Aplicar los diez principios significa que aportamos un sueldo digno a los artesanos, y nos aseguramos de que el artesano que tiene sus empleados también reciben un sueldo digno. La igualdad de género para nosotros también es muy importante, para las mujeres que estamos allá el poder desenvolvernos. Y la transparencia también es algo que destacamos y que vemos en las reuniones que realizamos cada lunes.
Yo quisiera que en nuestro país todo el mundo pudiera conocer qué es el Comercio Justo y pudiera aplicarlo.
Con el Comercio Justo estamos seguros de que nadie va a salir de su casa para ganar una miseria con la que ni siquiera pueda comprar el pan a sus hijos. Con el Comercio Justo sabemos que las personas salen de su casa para recibir lo que se merecen y lo que es su derecho.
Estamos muy contentos de pertenecer a la WFTO (Organización Mundial del Comercio Justo) y al Comercio Justo, lo sentimos como algo nuestro.
¿Hay más organizaciones de Comercio Justo en la zona?
Sí hay más. Algunas son productoras de aceite de oliva y otros productos de alimentación. Hay otra organización artesana que también trabaja la madera de oliva.
Tenemos mucha relación con estas organizaciones, estamos siempre en conexión, especialmente cuando hay aspectos relacionados conla WFTO, ya que nosotros estamos en el comité de WFTO.
¿Hay algo más que quieras destacar?
Quiero destacar que estoy muy feliz de estar acá con ustedes, de poder contar lo que nosotros hacemos en Palestina. Para mí es importante salir de mi país y poder hablar del proyecto “Iniciativa por la paz” que realizamos con la Red Diocesanade Cáritas España y de Jerusalén. Es importante salir y demostrar al mundo que nosotros como palestinos queremos la paz, y al mismo tiempo saber que como personas tenemos unos derechos.